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El cuerpo es siervo del Ser

El pasar hambre y entrenar duramente es la combinación perfecta para superar definitivamente el nivel físico

Por que estamos experimentando estas exigencias de Atma que estemos delgados y fuertes. ¿Por qué nos exige que estemos fuertes y musculosos? Porque para estar fuertes y musculosos hay que entrenar muy duro y entrenar significa domar al animal llamado “cuerpo físico”.

. Cuando uno está corriendo por ejemplo, se cansa, el cuerpo le pide a su dueño (al alma) que pare, pero el dueño, dándole con un látigo mental (la mente firme, la superior) le dice: “’¡Sigue!” La mente superior es la que domina, la inferior es la dominada por factores externos. Entrenando, activamos la mente superior haciendo el intento de dominar el cuerpo físico. De esa manera, el animal llamado “cuerpo físico” se convierte en siervo del ser humano.

El ser le dice al cuerpo humano “Tú vas a hacer lo que yo te diga porque para eso te doy de comer todos los días””. El cuerpo es el siervo y el ser humano el amo. El ser humano puede existir independientemente del cuerpo físico (principio masculino), pero el cuerpo físico no puede existir sin el ser humano (principio femenino). Por eso hay que poner de una vez por todas las cosas en su sitio: los cuerpos físicos son nuestros siervos, nosotros estamos muy por encima de ellos.



No se trata de tener el cuerpo “rocoso”, duro como unas rocas, insensible e inconsciente como unas rocas, incómodo para abrazar y amar… esos cuerpos desde luego que no son bonitos, pero es un buen truco del Atma para hacernos domar al animal llamado “cuerpo físico”. Para tener cuerpos así de musculosos hay que entrenar duramente, hay que sufrir muchísimo, y entrenando duramente uno se da cuenta de que hay alguien ahí dentro de ese cuerpo físico quien le está dando órdenes a ese cuerpo físico.


Hay alguien que, a pesar de las suplicas del cuerpo físico, lo está sometiendo a torturas. Por lo tanto, uno comprenderá que no es solamente cuerpo físico, porque si lo fuera, ¿quién es el que le está dando órdenes al cuerpo físico? ¿Quién es el que le está diciendo al cuerpo físico “tú vas a aguantar esta tortura porque yo lo digo”? Esos cuerpos “rocosos” no tienen que ser un fin en sí mismos, el fin tiene que ser un cuerpo físico domado y al servicio del ser humano, porque esos músculos “rocosos” no son nada positivo, son energía bloqueada y la energía bloqueada es pena, tristeza, dolor… Para tener esos músculos, hay que traer la energía a ellos, a los músculos, y atraparla ahí, no dejarla salir. Al no poder salir, la energía se va amontonando haciendo que los músculos crezcan y se hagan cada vez más grandes, más duros, más tristes y más insensibles. Por esos músculos tensos (los músculos grandes son músculos tensos) la energía no fluye, la vida no fluye. Los músculos grandes no son fuertes, son insensibles. No es lo mismo “aguantar el dolor” que “no sentirlo”. Esos cuerpos “fuertes” no es que aguanten grandes cantidades de dolor cuando alguien les pone muchos kilos de peso encima, es que no lo sienten.

Entrenando un cuerpo para que cada vez pueda “aguantar más” en realidad lo estamos insensibilizando para que cada vez sienta menos.


Los cuerpos “rocosos” no deben ser un fin en sí mismos. El objetivo tiene que ser domar al animal llamado “cuerpo físico”.



Una vez que la misión esté cumplida: el cuerpo físico domado y el miedo al hambre perdido para siempre, habrá una relajación con respecto al cuerpo físico. Actualmente hay muchas tensiones, muchos bloqueos energéticos en los cuerpos físicos porque al pensar que el cuerpo físico es lo único que se tiene, toda la energía se amontona en los músculos. Cuando la humanidad comprenda que hay vida más allá de lo físico, habrá una relajación a nivel físico individual y global. Lo mismo que estamos haciendo a nivel personal, lo hacemos a nivel global. Visualicemos por un instante a toda la humanidad en el planeta. La humanidad no habita la Tierra equitativamente, la humanidad se “amontona” en las ciudades, dejando grandes superficies de Tierra despoblados. Cada vez hay más “pueblos fantasma”, pueblos despoblados porque todo el mundo se va a las ciudades a formar parte de esos bloqueos energéticos llamados ciudades.


Las ciudades son los “músculos grandes” a nivel global. Cuando superemos el nivel físico, habrá una relajación tanto a nivel personal, como global: la gente irá abandonando las ciudades y volviendo a los pueblos. Cuando los cuerpos físicos dejen de ser rocosos, tensos y fríos y pasen a ser cómodos, relajados y cálidos, a nivel global pasará lo mismo: la humanidad dejará de crear tensiones en las ciudades y volverá a la naturaleza para vivir relajadamente. Una vez que la consciencia se amplíe y el interés humano se centre en otros planos de existencia más allá de lo físico, los humanos se preocuparán de los cuerpos físicos mínimamente: se preocuparán de la higiene, de darle de comer y de vestirle para que no pase frío o desvestirle para que no pase calor. Dicho sea de paso, el vestirse, lo que actualmente se le llama “moda”, también está al servicio del miedo a la fealdad física, el miedo a no encontrar a alguien con quien aparearse.


Una vez superado el primer nivel, el nivel físico y negativo, en este “video juego” llamado “Ascensión Espiritual”, “la moda” también desaparecerá y la ropa volverá a tener su función original: proteger los cuerpos del frío o del calor.


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