Al inicio de la civilización humana, 6000 AC Dios era una Diosa.. Esto quiere decir que hombres y mujeres alababan los valores del principio femenino, como son , la receptividad, la escucha, la empatía, la creación de lazos, la introspección, la vulnerabilidad, el lazo con la naturaleza, los ciclos, etc. esto creo sociedades que ponderaban la intuición, la creatividad, la comunidad, la comunicación y la naturaleza ante la individualidad. En búsqueda de evolución, el hombre y luego la mujer empezaron poco a poco a desvalorizar estos principios y a ver a los principios masculinos como muestras de calidad y de éxito, alabando los valores del principio masculino como la fuerza, la lógica, lo racional, lo cuantitativo, la eficacia, el individuo, el poder, esto ha generado sociedades, en donde tiene una gran importancia ser positivo y vencedor o por lo menos aparentar serlo, donde el interés económico es más importante que el bienestar social, donde la vulnerabilidad, empatía o altruismo es considerada estupidez, en donde se evita mostrar fragilidad, reconocer las faltas o pedir perdón, en donde gana la ley del más fuerte, así pues la naturaleza es sometida, explotada, vejada, violada al igual que la naturaleza y a hombres, mujeres, homo-hetero-bi, y todos los seres, que están conectados con su femenino. Es una realidad que ya nadie puede negar que las guerras, las violaciones, la prostitución, la matanza de animales, la industrialización, el lucro sin límite y la destrucción de la naturaleza, son acciones perpetradas en un 90% por hombres…. En los años 60/70 en el boom del Feminismo, la mujer llevaba tantos años en un rol de sometimiento, que su impulso hacia la liberación necesito ser agresivo, en parte por la rabia real que cargaban en sus corazones y en parte a causa de la reacción de minimización y burla de la sociedad, fue así que las feministas no solo tuvieron tendencia a generalizar y acusar al hombre en su totalidad, si no que para luchar contra la dominación de este, muchas mujeres empezaron a querer luchar con las mismas armas que él, volviéndose menos sensibles, más egocéntricas, más agresivas, competitivas con las otras mujeres, híper sexuadas, pero menos femeninas y menos atractivas para el hombre… Así mismo, muchos hombres, iniciaron a des identificarse con el arquetipo de hombre poderoso, violento y machista, sin darse cuenta quizás, que al mismo tiempo rechazaban en bloque, toda forma de masculinidad, convirtiéndose en hombres sensibles, con búsquedas espirituales, pero con dificultad de acción en el mundo, con grandes problemas para ganar dinero, poco viriles y menos atractivos para la mujer….. Últimamente se habla mucho del femenino sagrado como vía de salvación, sin embargo yo pienso que es hora de apelar al Femenino/Masculino sagrados, es decir, que hombres y mujeres busquemos a expresar nuestras dos polaridades interiores en su totalidad, uniendo la sensibilidad a la lógica, la generosidad a la retribución justa, la fuerza a la compasión, el poder a la construcción, la sexualidad a lo sagrado, las mujeres encontrando un eje personal dejando de necesitar la mirada del hombre para valorarse y definirse, encontrando su fuerza sin dejar de cultivar y expresar sus cualidades femeninas y los hombres no necesitando demostrar ser el mejor aplastando, pero más bien compartiendo sus talentos y perdiendo el miedo a la expresión de sus emociones, hombres y mujeres aprendiendo a honrar al otro, entendiendo que la relación de pareja es parte de la evolución espiritual. :Paulina Jade Doniz Compartir
