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” EL SEXO, EL ORGASMO Y LA VIOLENCIA”

El problema que tiene la humanidad con el sexo es que no lo reconoce como “energía negativa”. ¿Cómo va a ser negativo algo tan placentero? ¿Cómo va a ser negativo un orgasmo que es el mayor placer que conocemos a nivel físico?






El sexo es negatividad y no produce placer. EL SEXO NO PRODUCE NINGÚN PLACER. Lo que produce placer es la liberación de esa negatividad a la que llamamos “energía sexual”. El orgasmo es la liberación de la negatividad. El placer sexual, que culmina en orgasmo, es el camino hacia la liberación y por eso produce placer. El placer sexual se produce porque el alma que lo está experimentando dice: “¡Qué bien! Voy camino de la libertad, me desharé de esta energía negativa”. El acto sexual es como si a alguien le metiera en la cárcel para que luego se sintiera feliz cuando lo liberasen. El sexo consiste en acumular energía negativa para luego disfrutar de la liberación de la misma.




El sexo y la violencia son la misma energía con diferentes tendencias. La violencia no tiende a liberarse en la positividad y el sexo sí. El sexo es la única energía negativa con tendencia a liberarse en la positividad. El sexo es el origen de la negatividad, a través de él venimos desde la positividad al mundo de la negatividad y por eso el sexo tiene un punto en común con la positividad que es el placer que culmina en orgasmo: la liberación.


Como podemos ver en la imagen vertical el placer sexual (el orgasmo) es el punto más claro de la negatividad, pero ese mismo punto es el más oscuro dentro de la positividad. La positividad sabe de placeres incomparablemente mayores que el orgasmo físico. El placer sexual y los orgasmos dentro de la negatividad existen para que no nos perdamos del todo en la jungla de la negatividad. Sin ese un único punto en común con la positividad, la humanidad estaría completamente perdida. Para una persona no desarrollada espiritualmente, que aún vive totalmente sumergida en la negatividad:


EL PLACER SEXUAL, EL ORGASMO, ES EL ÚNICO CONTACTO QUE TIENE CON DIOS”.



Una vez que uno descubre la luz y el amor, el orgasmo se convierte en un “contacto con Dios” bastante pobre e insignificante. Ya dijimos que todo lo que existe en horizontal, existe también en vertical. Esta misma imagen de arriba colocada en vertical nos muestra que el sexo es el amor horizontal. O dicho de otra manera, el amor es el sexo vertical. El sexo con su liberación orgásmica nos lleva hacia el amor (la positividad) y el amor con su Orgasmo Cósmico nos lleva hacia la positividad global (el plano búdico-átmico).

Como ya dijimos: la violencia y el sexo son la misma energía con diferentes tendencias. La violencia es una energía más alejada de la positividad y desde luego no tiene ningún punto en común con ella. Por lo tanto, la energía de la violencia no puede ser liberada directamente en la positividad. La violencia puede ser liberada solamente dentro de la negatividad. Pero la violencia, a través de la sexualidad, sí puede liberarse en la positividad.

El pegarse es lo mismo que practicar el sexo, es la misma energía en diferente forma y a diferente distancia de la positividad por lo cual tiene diferente tendencia, pero básicamente es la misma energía. Los niños si tienen la ocasión de ver a alguien en vivo practicando el sexo, se asustan mucho porque piensan que se están pegando, que se están haciendo daño. El niño no sabe a nivel intelectual lo que está viendo, pero siente la energía y la energía es negativa, es violenta. El tantra, entre otras cosas, anima a las parejas a pegarse mientras mantienen relaciones sexuales para poder experimentar plenamente la negatividad del sexo. La violencia es parte intrínseca del sexo. La violencia es la esencia del sexo.


Hay cosas relacionadas con la sexualidad humana que todavía no se entienden porque todavía no se entiende que el sexo es negatividad. Por ejemplo, una de las cosas más incomprensibles es el hecho de que una de las fantasías sexuales más comunes entre las mujeres es la violación. Las mujeres se masturban imaginando que están siendo violadas. Pero es más, hay un dato que casi no se conoce y que es estremecedor: se estima que alrededor del 50% de las mujeres víctimas de violaciones tienen orgasmos durante la violación. Este hecho a la víctima le causa un dolor añadido ya que se siente culpable por haber tenido ese orgasmo y es más, se plantea la pregunta: ¿Si he “disfrutado” con esto, no lo habré deseado y provocado yo? Cuando sabemos que el sexo es negatividad, este fenómeno resulta fácilmente comprensible. El sexo consiste en acumular energía negativa hasta que haya tanta que el cuerpo ya no puede aguantar más y explosiona en forma de algo que llamamos “orgasmo” para liberarse del exceso de negatividad. Durante la violación, tanto la víctima como el violador están expuestos a una enorme avalancha de energía negativa: violencia + sexo, doble porción de energía negativa. Si fuera solo violencia, como ya dijimos, no habría ninguna liberación EN LA POSITIVIDAD directa posible. Si en vez de violarla, estuviera pegándola, esa energía negativa a la que estaría expuesta se quedaría dentro de ella, no habría escape posible, al no ser que ella se pusiera a pegarle a él también lo cual sería una forma de liberación dentro de la negatividad. Pero al estar ahí la energía sexual durante la violación y ella sí tiene su propio mecanismo de liberación directa en la positividad, la víctima se libera de ese exceso de energía negativa mediante el único mecanismo que tiene a su disposición en ese momento: el orgasmo. El orgasmo en una víctima de violación en realidad es un mecanismo de defensa, una liberación de tantísima energía negativa a la que está siendo sometida. Lo mismo le pasa al violador, con la diferencia de que él es el causante de tanta negatividad. Una violación es una relación sexual con muchísima más energía que una relación consentida. Si del deseo de la mujer de ser violada no se habla casi, el deseo del hombre de violar ni se menciona, pero existe, está ahí, está escondido en el más oculto de los rincones de la naturaleza humana. La violación es el sexo en estado más puro. En la naturaleza, entre los animales, la violación es una de las formas naturales de aparearse.


EL SEXO ES NEGATIVIDAD. ES LA LIBERACIÓN DE LA NEGATIVIDAD LA QUE PRODUCE PLACER.


De ahí que el sexo después de las riñas sea “el mejor sexo”. Después de las discusiones hay mucha energía negativa “flotando en el ambiente”, hay mucha “basura para sacar de casa”. La liberación de la “basura” es la que proporciona placer. Cuando se sabe que la energía sexual es energía negativa, energía violenta, entonces se entienden también cosas como que el libro “50 sombras de Grey” fuera un best seller. Como si no explicaremos el hecho de que las mujeres disfrutaron masivamente en todo el mundo leyendo descripciones de torturas sádicas sexuales a una mujer. No hay nada ni bonito ni romántico en el sexo.

EL SEXO ES NEGATIVIDAD. Lo realmente bonito es el amor al que el sexo nos puede llevar si así lo deseamos.

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