
El hombre está en camino hacia un más perfecto estado de Conciencia Superior y para lograrlo ha de realizar algunas sutiles modificaciones en su cerebro.
Ha de abrir las puertas que lo conectan con los centros de energía consciente situados a lo largo de su médula espinal, permitiendo el ascenso de la Fuerza de Vida que le transmitirá de manera inmediata la totalidad del conocimiento infinito y eterno del hombre y del universo, que ahora duerme en sus células.
Hemos de crear un nuevo cuerpo capaz de manejar directamente el poder de la Shakti tanto en los planos materiales como sutiles, Siquicos o espirituales.
Como si después de la disolución del mundo externo y del mental en Sahasrara, aun tuviéramos que conseguir el descenso de lo Divino a la materia.
Hoy se hace imprescindible.. Una nueva acción en la especie humana que logre traspasar la imposibilidad que la cultura pone en nuestro camino para, más allá de las limitaciones del mental, ser dueños. de nuestro destino y de la muerte.
El único fín posible para la vida humana es disolverse en la energía universal, romper la muralla del tiempo y del espacio que representa nuestro cuerpo y alcanzar otras dimensiones otras esferas de luz y comprensión más "altas.

La esencia del universo es una fuerza o Shakti que permite la evolución, y nuestro objetivo es llegar a ella y despertarla de su sueño de siglos para que produzca, como Kundalini, una transfiguración del cuerpo y del siquismo, incrementando todas las facultades artísticas, intelectuales ... y hasta la salud, pero por encima de todo esto para que nos revele el Atman, el centro del Ser. Siempre en esta búsqueda las técnicas nos guían a través de lo misterioso, de lo no racional, y nos protegen de los riesgos del camino hasta que, si esta experiencia se hiciera a gran escala en el mundo, pudiera lograrse una absoluta transformación de la humanidad, que ya no dependería de normas externas sino de su poder interno.
En lo más profundo de cada cultura hay una fuente de transmisión idéntica, una sabiduría revelada en contacto con las leyes de la naturaleza que desde el fondo de las edades responde en el corazón a las incógnitas del hombre.
En todos los tiempos han existido buscadores de lo desconocido y misterioso, gente queriendo hallar respuestas a la vida para fundirse en el fuego del conocimiento.
Nuestros Ancestros han experimentado todo: el ascetismo, el peligro y la guerra, las danzas de tambores, la magia, el amor, el arte, los lugares de poder, la meditación en los templos, Mantras los cantos y sonidos sagrados, los mandalas cósmicos, Ceremonias de plantas de poder, la ciencia de las estrellas, los gestos y posturas corporales, el control respiratorio, el contacto con los espíritus, las facultades paranormales, el ayuno, el alcohol, las drogas , la salida en el cuerpo astral, la música y la magia del sonido ,, las técnicas místicas, la medicina energética, la adoración de dioses y fuerzas de la naturaleza ... Así fueron naciendo las bases del Tantrismo en el hombre natural, sin que por eso sus prácticas religiosas se convirtieran en un poder establecido.
El objetivo Final siempre es fundirse y experimentar lo universal, Dios, que otros llaman Vacio, Energia, Amor, luz , Gran Espíritu, Cosnciencia Etc.. atravesando e integrando todo en nuestro camino,
desde el plano material, más allá de la conquista externa de la ciencia- hacia el centro del corazón.
Nada ajeno es necesario a esta aventura, basta con lo que duerme en nosotros, basta con esa fuerza cósmica que se llama Kundalini y que nos conduce a la Totalidad, revelando los secretos alquímicos de la Llama Sagrada en la columna vertebral.

Comúnmente se habla de Kundalini como una serpiente enroscada que duerme en la base del sacro, cerca del filum terminalis, y cuya boca obstruye el paso del canal central o Sushumna pero que una vez despierta activa y atraviesa cada uno de los chakras que corresponden a los siete cuerpos sutiles del ser humano. La Shakti Kundalini tiene diferentes denominaciones: 'la cueva', la Gran Diosa', 'el anillo', 'la Esencia de la Energía', 'la que ha dejado de obstruir', 'la cola en movimiento', 'la enroscada', y por encima de estos nombres: Parameshwari, el fuego interno de la divinidad'. Nada puede suceder en las más lejanas galaxias o en una pequeña brizna de hierba sin su presencia que inunda toda forma, todo nombre y toda vida. Es Ella la que permite la evolución del universo y se experimenta como Pura
Consciencia más allá de las modificaciones y fantasías del mental. No es algo que podamos conquistar en el exterior sino internamente, por eso los Tantras afirman que "la dormida descansa encima de Kunda, el fundamento", el soporte de base para toda la médula espinal defendida por las 33 vertebras.
Tanto los Natha Yoguis como los Shaktas y Shivaitas se inspiran en Ella, aunque estos últimos consideran a Mahashakti como la potencia infinita que conduce a la experiencia del Ser Cósmico o Shiva. Mahashakti no es ni hombre ni mujer, es el Supremo Brahman, lo que está más allá de todo nombre y forma, Sat-Chit-Ananda, que sólo la más alta realización permite experimentar. Shiva es Ser, inmutabilidad, principio consciente y Shakti es movimiento y cambio, es el origen de toda 'producción, generación y unificación'.
El Tantra une Shiva y Shakti, el monismo espiritual y el dualismo material, une al espíritu consciente con la naturaleza, lo condicionado e incondicionado.

"No se puede decir que el mundo sea absolutamente real, 'pero tampoco es irreal. El sueño puede ser falso que sólo la más alta realización permite experimentar. Shiva es Ser, inmutabilidad, principio consciente y Shakti es movimiento y cambio, es el origen de toda 'producción, generación y unificación'. pero no la Potencia que lo manifiesta ¨.
Dice el Kularnava Tantra: 'Hay quienes me comprenden de forma dualista y otros monista, pero Mi realidad está más allá de ambas".
Aunque para el pragmatismo tántrico la imagen de Potencia es más real que la confusa idea de un Atman imperecedero, María, Durga, Shakti, Kundalini, Isis, Amaterasu, Dakini son distintos nombres para una misma Energía que conduce a Shiva, el Padre, hacia esa Consciencia Suprema e Infinita de la que tanto nos hemos alejado en este proceso de su manifestación en el plano terrestre, y ahora duerme en el elemento tierra o Materia, en la base del sacro, ocultando su verdadera naturaleza y su.poder, obturando el camino de retorno hasta que hayamos purificado suficientemente el 'Sendero de los hombres dioses', el canal de ascenso por el que tiene que atravesar para llegar a Sahasrara
Pero entre Shakti y Shiva, entre la energía de Muladhara y la consciencia de Ajña, se comunican el sexo y el cerebro a través de la médula espinal, por donde asciende virya, el fluido sexual convertido en Fuerza de Vida que acelera la evolución del ser consciente y despierta los vórtices de los chakras.

La diferencia de potencia y la polaridad que existe entre estos dos extremos, entre Shiva y Shakti, es el movimiento que permite la vida en todas sus manifestaciones. Es entonces cuando en su elevación Kundalini va absorbiendo los cuatro elementos básicos así como el espacio y la consciencia, el universo desaparece en el gozo de las bodas divinas. Shakti ha encontrado a su amado Shiva, el destructor del tiempo.
Esta excepcional unión atraviesa el Monte Meru, la columna de 33 escalones que conduce hacia Kailash, la cima del mundo, sobre la cabeza.
Allí 'Shakti revela al Ser y se funde con él en Bindu' el tecer ojo ..
'Es desde Bindu, cerca de la coronilla, como la Shakti creó Buddhi, la inteligencia pura, Ahamkara, el ego y Manas, la mente, y debajo de Ajña chakra , están los 5 elementos de la naturaleza las facultades de los sentidos que son el espacio, lo gaseoso, el fuego, el estado líquido y la materia sólida.
De esta forma lo invisible ha llegado a hacerse ver entre nosotros'. Y ahora retornamos al origen, anterior a la encarnación física, al estado que se llama el 'Cuerpo de Gloria', el 'Ser de Diamante' porque a través de la plena realización de las capacidades corporales hemos alcanzado un estado superior, un estado descondicionado del mundo externo y del poder del tiempo que nos encerraba en las limitadas percepciones de los sentidos. Pero este paso trascendental no puede lograrse sin la presencia del Alma, del Sí mismo que está más allá de las limitaciones de la materia física o síquica y que se cultiva por la ascesis, como una semilla potencial que hubiera de ser regada para poder manifestarse en toda su fuerza.
Cada persona tiene que realizar su propia alma acumulando energía sutil, alimentándose de consciencia y percepción, de amor y devoción.
